Ingeniero Ambiental de la Universidad Católica de Temuco (UCT) y Diplomado en Inteligencia Competitiva Regional y Gestión de la Innovación.
Encargado Operativo del Laboratorio de Emisiones Gaseosas de la Escuela de Ingeniería Ambiental e Ingeniero de Proyectos de la Unidad de Calidad del Aire de la UC Temuco.
Miembro fundador del Grupo de Alto Rendimiento de la Facultad de Ingeniería.
Haciendo cosas nuevas en búsqueda de una mejor calidad de vida.
Cap. VII: Vida Noble y Vida Vulgar, o Esfurzo e Inercia:
Me parece extraordinario el análisis que se hace en este capítulo respecto del hobre excelente del hombre vulgar o en otras palabras entre el hombre noble y el plebello, en donde el primero vive en una constante busqueda de la excelencia, similar al caso del hombre que busca la verdadera felicidad, aquella que cobra mayor sentido cuando nos ha costado alcanzarla. En cambio el plebello o vulgar se conforma con lo que tiene, con sobrevivir, con quedarse estático sin capacidad de superarse.
Ahora bien, en que categoría de hombres nos encontramos nosotros hoy en día. Y no nos engañemos, somos nobles de corazón, por naturaleza de superación, o simplemente porque alguien nos toma y nos manipula de cierta forma haciendonos creer que somos nobles. Ojalá seamos nobles que nos encontrabamos dormidos, y que luego del empujoncito seamos capaces de actuar con autonomía en busca de nuestra nobleza y verdadera felicidad.
1 comentario:
La Rebelión de las Masas:
Cap. VII: Vida Noble y Vida Vulgar, o Esfurzo e Inercia:
Me parece extraordinario el análisis que se hace en este capítulo respecto del hobre excelente del hombre vulgar o en otras palabras entre el hombre noble y el plebello, en donde el primero vive en una constante busqueda de la excelencia, similar al caso del hombre que busca la verdadera felicidad, aquella que cobra mayor sentido cuando nos ha costado alcanzarla. En cambio el plebello o vulgar se conforma con lo que tiene, con sobrevivir, con quedarse estático sin capacidad de superarse.
Ahora bien, en que categoría de hombres nos encontramos nosotros hoy en día. Y no nos engañemos, somos nobles de corazón, por naturaleza de superación, o simplemente porque alguien nos toma y nos manipula de cierta forma haciendonos creer que somos nobles. Ojalá seamos nobles que nos encontrabamos dormidos, y que luego del empujoncito seamos capaces de actuar con autonomía en busca de nuestra nobleza y verdadera felicidad.
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